Una de las actividades más importantes para las infancias es el juego, pues a través de él adquieren distintos aprendizajes y desarrollan competencias sociales. Por eso, es importante que los padres o tutores designen una zona en el hogar dedicada especialmente para ello.

En Expo Ambientes hemos hablado sobre la importancia de la decoración y organización de una habitación infantil, pero ahora es turno de concentrarse en una zona en la que tu hijo/a pueda disfrutar del juego y, a la par, adquiera gusto por el aprendizaje.

Hablamos de un área dedicada especialmente al juego y el aprendizaje por una simple razón: es importante que tu hija o hijo sepa que cuenta con un espacio propio y que, por lo tanto, debe respetar las otras zonas de la casa de acuerdo con las actividades que se realizan en ellas. Ello te ayudará a tener mejor organización dentro del hogar.

Aunque lo ideal es que dicho espacio sea designado en un área distinta a la habitación del o la menor, lo cierto es que no tiene que ser muy grande, por lo que puedes despejar un rincón de la recámara para ello. Lo que hará especial esta zona son los materiales que tendrá para divertirse y aprender.

¿Qué incluir en este espacio?

Lo recomendable es crear un plan de juego de acuerdo a las necesidades, gustos y habilidades de tu hijo/a. La clave está en incluir herramientas y juguetes que sean de su interés y que lo motiven a pasar parte de su día en este espacio, por lo que es importante que cada cierto tiempo cambies algunas cosas para mantener su atención.

Nosotros te recomendamos optar por un plan multifuncional, donde el o la menor tenga varias opciones de juegos y actividades para realizar. Por ejemplo, puedes incluir juguetes que impulsen el juego funcional, importante para los primeros dos años de vida porque ayuda a desarrollar capacidades sociomotrices.

Si tu hija o hijo es mayor, puedes aprovechar otros tipos de juegos, como el constructivo y el simbólico. El primero de ellos es utilizado para los menores que ya tienen compresión sobre lo que pueden hacer con objetos, por lo que impulsa la creatividad para la construcción de cosas; hay opciones para todas las edades.

Por su parte, el juego simbólico es de gran importancia porque las infancias utilizan su capacidad mental para crear escenarios y representar objetos que no están presentes. Entre los más comunes se encuentran la simulación de oficios ―ser doctor o astronauta ― y cambiar la función de herramientas en beneficio propio ―construir un fuerte con un par de cobijas y palos ―.

Además de los juguetes, no olvides incorporar una pizarra, libros (de distintos temas) y otras herramientas que impulsen sus habilidades, como el arte o el deporte. Para el primero pueden ser pinturas o plastilina no tóxica, mientras que para el segundo una pelota y canasta de basquetbol.

No tengas miedo de incorporar opciones nuevas cada cierto tiempo, pues eso hará que tu hijo o hija tenga interés en incursionar en otras actividades y aprender más. 

En cuanto a la organización, es recomendable que coloques estantes, cajoneras o baúles que dividan los objetos dependiendo de su temática; recuerda, enseñar a las infancias a ser organizados es clave fundamental para el desarrollo de su persona.